El 30 de abril de 1904 en Düsseldorf, Christian Hülsmeyer, a quién muchos consideran como el inventor del radar (aunque en esa época no se lo conocía por ese termino), le era aceptada la primera patente sobre “Verfahren, um entfernte metallische Gegenstände mittels electrisher Wellen einem Beobachter zu melden”. Algo así como procedimiento para la localización de objetos metálicos mediante el uso de ondas eléctricas (Kaiserliches Patentamt, Patentschrift Nr. 165546, 30 abril 1904). El “radar” de Hülsemeyer se denominaría “Telemobiliskop Gesellschaft”.

El 17 de mayo de 1905 se presento el “invento” en Colonia y al día siguiente el Kölner Zeitung (periódico local) informaba de ello. Entre otras cosas decía: "La gran ventaja de este invento es, por encima de todas las otras, la posibilidad que tiene un buque equipado con él de divisar (localizar) a cualquier otro buque".

A partir del 31 de mayo de 1940, Hülsemeyer probaría el Telemobiliskop Gesellschaft montado en un buque de la naviera “Holandesa-Americana”. Estas pruebas tendrían lugar entre los días 8 y 10 de junio a bordo del remolcador Columbus. Delegaciones de las principales navieras estuvieron presentes en las pruebas. El día 11 de noviembre Hülsemeyer obtendría la patente de un aparato que acoplado al Telemobiliskop Gesellschaft, le permitía medir la distancia existente al objeto metálico detectado (die Entfernung von metallishen Gegenständen. Kaiserliches Patentamt, Nr. 169154 del 11 de noviembre de 1904).

No obstante las esperanzas de Hülsmeyer pronto se desvanecerían. Todos sus esfuerzos quedarían ofuscados por el gran invento de Marconi. Hülsmeyer intentó explicar que su invento no tenía nada que ver con el de Marconi, pero fue en vano.

En otoño de 1904 Hülsmeyer presentó su trabajo a la Kaiserliche Marine. La respuesta dada por el Reichsmarineamt fue mediante una carta que incluía una nota manuscrita por Tirpitz que decía textualmente “Meine Männer haben bessere Ideen” (mis hombres tienen ideas mejores).

Hülsmeyer patentó el Telemobiliskop Gesellschaft en otros países y presentó su trabajo a otras compañías. Por ejemplo la propia Telefunken le comunicó a Hülsmeyer que no le veían utilidad al invento…. (21 de agosto de 1905).
Hülsmeyer abandonó el proyecto y se dedicó a otras cosas, aunque sus ideas serían reconocidas a finales de la guerra.

Visto desde la perspectiva actual, resulta sorprendente que importantes compañías, como la ya mencionada Telefunken, no vieran la utilidad de un dispositivo que durante las siguientes décadas sería de importancia capital tanto desde el punto de vista militar como desde el punto de vista civil. Teniendo en cuenta las fechas, se perdieron tres décadas de posibles avances en la materia.

En 1936 la Allgemeine Marineant (Oficina General Naval) emitió un comunicado, dirigido a las principales fábricas electrónicas, en el que se buscaba un dispositivo para localizar y medir la distancia a un objeto mediante la utilización de ondas eléctricas lo más pequeñas posibles (cuanto más corta es la longitud de onda, más pequeño puede ser el objeto detectado, se detectan objetivos más pequeños).

La Nachrichtenmittelversuchsabstalt (NVA) llevaba tiempo trabajando en la tecnología de impulsos. Bajo la batuta del Doctor Rudolf Kühnhold hacía cuatro años que estaban desarrollando un método para localizar objetos mediante el uso de señales de alta frecuencia (ver el apartado dedicado a los receptores activos submarinos).
La NVA intentó persuadir a Telefunken para cooperar en la investigación. Bajo la recomendación del NVA se fundaría una nueva compañía, la Gesellschaft für elektroakustiche und mechanische Apparate (GEMA). A causa de la casi nula cooperación de Telefunken GEMA tuvo que empezar su trabajo desde cero.

No hay duda que si se hubiera producido un contacto de alto nivel entre la Marineleitung y Telefunken las cosas hubieran sido muy diferentes ya que Telefunken ya tenía experiencia en ondas centimétricas (aunque al “chocar” contra un objeto estás no eran reflejadas).

GEMA inició sus trabajos en el tema con magnetrones comprados a Holanda y trabajando con una longitud de onda de 50 cm. El 26 de septiembre de 1935 hubo una demostración en los terrenos de la NVA en Pelzerhaken. Entre los invitados estaban el Oberbefehlshaber der Kriegsmarine (Obdl – Jefe de la Armada) Erich Raeder, el Flottenchef (Jefe de Flota) y el Chef des Marinewaffenamtes (Jefe de la OficinaNaval). La demostración fue un éxito, los oficiales quedaron impresionados, y se destinaron más fondos para continuar con el proyecto. En unos test realizados a finales de octubre de 1935 (utilizando el crucero Königsberg) el “radar” conseguiría un alcance de 7 Kilómetros. Entre el final de 1935 e inicios de 1936 se establecería un programa de desarrollo conjunto entre la NVA y GEMA.
El objetivo principal de esta colaboración era el desarrollo de un equipo capaz de trabajar con longitudes de onda centimétricas (entre 4 y 10 cm.). El sistema inicial, que trabajaba con una longitud de onda de 50 cm., se adaptaría para poder utilizarlo en buques. Por otra parte se desarrollaría otro radar con una longitud de onda de 2 metros para utilizarlo para detectar objetivos aéreos. En esas mismas fechas los británicos ya estaban construyendo una red de radares de defensa que operaban con una longitud de onda de 12 metros.

El desarrollo del radar alemán avanzaba rápidamente. En 1937 el sistema que trabajaba con una longitud de onda de 2 metros derivaría en uno que trabajaba a 2.4m, denominado Freya, que situado a una altura adecuada podía abarcar más de 150 kilómetros y detectar objetos con una precisión de 2 a 3 grados. Este radar aéreo todavía no podía determinar la altura del objeto (obviamente una aeronave) detectado. El sistema “naval” de 50 cm. evolucionaría hacia uno de 60 cm. (más tarde denominado Seetakt) que en unas pruebas efectuadas en mayo de 1937 en el crucero Köln dio un resultado de 10.000 metros de alcance.

Los primeros sistemas experimentales navales fueron instalados en la lancha torpedera G10, luego en el buque de pruebas de la NVA (el Strahl) y en el crucero ligero Königsberg en 1937. En 1938 fueron instalados en el acorazado de bolsillo Admiral Graf Spee y en verano de 1939 se instalarían los primeros radares en los sumergibles, concretamente en los Uboote del tipo IX U39 y U41.

La versión del Seetakt instalada en los Uboote se denominaría FuMO29 y disponía de numerosos dipolos fijos situados en la parte delantera de la torreta.  

El equipo, mediante un sistema de compensadores similar a los utilizados en los hidrófonos GHG, podía girar 10 grados. Para una búsqueda panorámica el Uboot debía de virar y navegar en círculos.

El Graf Spee equipado con un radar FuMG 38G

Una tercera evolución (tras la de los 2 metros y la de los 50 cm.) era trabajar en longitudes de onda centimétricas. La NVA empezaría a trabajar en ellas en 1939. Los prototipos iniciales dieron unos resultados descorazonadores. El buque de pruebas Welle sería detectado a sólo 2.000 metros.

Los desarrollos posteriores fracasarían debido a la inestabilidad, tanto del equipo emisor como del receptor, que generaban respuestas confusas.

A causa de estos fracasos se decidiría trabajar únicamente en las longitudes de onda más grandes (que no daban problemas).

La investigación con las ondas centimétricas permanecería estancada durante seis años y se activarían en 1943 tras recuperar un radar centimétrico de un bombardero británico derribado cerca de Rótterdam (un radar H2S).

Arriba se pueden ver claramente los dipolos del sistema de radar FuMO-29 montados en la torreta del U156.

En resumen, mientras en Alemania sólo desarrollaron un radar que trabajaba con longitudes de onda “largas”, sin investigar con el resto de longitudes de onda, los británicos desarrollaron y evolucionaron equipos de radar que trabajaban entre las longitudes de onda de 9 cm. y de 12 metros.

Tras instalar el Seetakt en los U39 y U41 en verano de 1939, el hecho era que no había espacio suficiente en la sala de radio de un Uboot para instalar dos instrumentos de detección activa, el S-Gerät para la localización submarina y el Seetakt para la localización “aérea”. Esto convencería a Dönitz para anular su instalación en todos los Uboote. Los equipos instalados en el U39 y en el U41 serían desmontados y los sumergibles empezarían la guerra sin las ventajas que habrían supuesto la utilización del “Seetakt”.

En cuanto al desarrollo del radar naval alemán durante la guerra hay poco que contar. A finales de 1941 se empezaría a probar un Seetakt que operaba en la banda de 80 cm., el FuMO30, y se experimentaría con diferentes tipos de antena (fijas y rotativas) aunque con escaso resultado. Tres Uboote del tipo IX (U156, U157 y U158) serían equipados con el FuMO30 pero serían hundidos en la zona del Caribe entre el 13 de junio y el 8 de marzo de 1943.

A mediados de 1943, a causa del giro que dio la guerra submarina (mayo negro), se ordenó probar el sistema “Hohentwiel” (FuMO-61) en los Uboote. Este aparato trabajaba con una longitud de onda de 56 cm. Había sido desarrollado por la Luftwaffe y estaba construido por la casa Lorenz. Sus ventajas sobre los aparatos construidos por GEMA fue la utilización de ondas de longitud corta, también su transmisor era más potente (30Kw frente a 10Kw del GEMA) y sobretodo su menor tamaño (originalmente desarrollado y montado en un avión Condor FW-200) que le permitía ser instalado en la sala de radio de un sumergible.
El primer FuMO61 sería montado en el U742, un Uboot del tipo VIIc, en agosto de 1943. (El U742 resultaría hundido cerca de Narvik el 18 de julio de 1944).

Arriba el equipo FuMO-61 Hohentwiel U. A la izquierda hay el receptor, en el centro la pantalla y a la derecha el emisor de 30Kw (556Mhz)
Abajo la derecha podemos ver la antena receptora del FuMO-61, en este caso montada en el sumergible UD2 (1944)