Introducción
El resurgimiento de la Kriegsmarine

El Tratado de Versalles prácticamente abolió la Marina alemana. Se le permitió mantener, solamente, 1.500 oficiales y 13.500 marinos, así como una variada colección de buques de entrenamiento:

  • 8 viejos buques de batalla.
  • 8 viejos cruceros
  • 16 destructores
  • 16 torpederos.

Se les permitió reemplazar buques de más de 15 años de antigüedad, pero estos nuevos buques tendrían serias limitaciones en cuanto a su desplazamiento:

  • 10.000 Tm. para los buques de batalla
  • 6.000 Tm. para los cruceros
  • 800 Tm para los destructores

Durante los años de la República de Weimar, la Marina alemana no era tenida en una alta estima debido a varios factores:

  • Los enormes gastos que había ocasionado durante los años de preguerra y durante esta.
  • Haber sido el foco de las revueltas de 1.918.
  • Haber tratado de subvertir el gobierno democrático de la Republica de Weimar.
  • Haber llevado a cabo una guerra sin restricciones, durante la campaña de los U-Boote, que había hecho aumentar mucho las reclamaciones de los aliados a las que tenía que hacer frente Alemania.
  • Haber realizado su auto-hundimiento, en Scapa Flow, que muchos vieron como uno de los mayores desperdicios de activos navales en toda la historia naval.

Debido a estas razones, numerosas voces surgieron reclamando la abolición de la Marina alemana. Por ello, numerosos oficiales cualificados y marinos renunciaron a sus carreras y se intentaron establecer como civiles.

Por ello, en el verano de 1.921, la Marina llevó a cabo su resurgimiento con otro nombre “Reichsmarine” o “Marina Estatal”. Sus líneas maestras eran:

  • Una total ausencia de cualquier tipo de partidos políticos.
  • Una lealtad incondicional al nuevo Estado y al gobierno elegido por sus miembros.

Para ello se inició un proceso de purga en toda la Marina, expulsando a los elementos más extremistas y manteniendo a los oficiales y marinos con una probada lealtad a la República de Weimar.

Entre las figuras que surgieron estaba Erich Raeder, un austero, apolítico y religiosos oficial que iba a tener una profunda influencia en todos los oficiales y marinos de la Reichsmarine.

Dado el minúsculo tamaño y el anticuado equipamiento de la Reichsmarine, era muy difícil que pudiera llevar a cabo ninguna misión por si misma. Pero, ya en esos años, había quien opinaba que, más adelante, Alemania volvería a ganar su preponderante posición industrial y financiera y que las duras restricciones del Tratado de Versalles se relajarían e incluso desaparecerían. Debido a esta creencia, se planifico una Marina que fuera evolucionando según lo hicieran los tiempos.

Erich Raeder

Estos planificadores decidieron excluir la posibilidad de otra guerra con Gran Bretaña, por lo que pensaron que su más probable adversario seria Francia, sobre todo debido a que había firmado una alianza con Polonia y había una probabilidad bastante seria de fricciones a cause del corredor polaco.

Por estos planes decidieron crear una flota de superficie basada en la “guerra de corso” como una forma de tratar de fragmentar la gran flota de superficie francesa y así evitar que pudiera llegar a efectuar otro bloqueo a Alemania. Si posteriormente se le permitía construir sumergibles, estos se dedicarían a estas tareas.

Estos conceptos estratégicos influyeron directamente en el diseño del primer buque de batalla de “reemplazo” de la Reichsmarine, el Deutschland. Debido a las restricciones del Tratado de Versalles, este buque fue denominado como “acorazado de bolsillo”. Cuando la Reichsmarine solicitó fondos para su construcción, encontró una gran oposición y tuvo que conformarse con 4 cruceros ligeros de 6.000 toneladas:
Emden, Königsberg, Karlsruhe y Koln.

El Emdem
El Koenigsberg

Mientras tanto, violando el Tratado de Versalles, la Reichsmarine continuaba el desarrollo de los U-Boote a través de la empresa IVS, perteneciente al grupo Krupp, en Holanda. Esta financiaba 3 prototipos de submarinos:

  • Uno pequeño de 250 Tm. (Vesikko) construido en Finlandia.
  • Uno mediano de 500 Tm. (Vetehinen) construido en Finlandia
  • Uno grande de 750 Tm. (E-1) construido en España.
El "uboot" Vetehinens

La IVS también financió una planta para construir torpedos y tubos lanza-torpedos en España. Marineros alemanes de paisano fueron los encargados de llevar a cabo las pruebas de estos sumergibles en Finlandia y España. También se estableció, en Turquía, una escuela submarina para adiestrar a los marinos turcos en el manejo de 3 sumergibles que la IVS había vendido a Turquía y de paso entrenar también a marinos alemanes. Esta investigación y pruebas llevadas a cabo por Alemania apenas se pudo mantener en secreto, la prensa francesa e inglesa lo proclamaron a los cuatro vientos e, incluso la Comisión Aliada de Control era consciente de ello.
Pero en Alemania también hubo ataques por medio de los políticos y de la prensa, denunciando estos subterfugios, lo que dio lugar a que el gobierno de Hindenburg destituyera al jefe de la Reichsmarine, Hans Zencker.

En esta reorganización, Erich Raeder alcanzó el mando de la Reichsmarine, siendo este efectivo el 1 de Octubre de 1.928.

Desde el primer momento, Raeder, tuvo que hacer frente a la oposición y desprecio de estamentos tales como la Reichswehr y de políticos como Adolf Hitler, pero debido al apoyo de Hindenburg y de hábiles movimientos en el Reichstag, Raeder consiguió fondos no sólo para el Deutschland (botado el 19 de Mayo de 1.931), sino fondos también para poner la quilla de sus dos naves gemelas: el Admiral Graf Spee y el Admiral Scheer (ambas contravenían el Tratado de Versalles por desplazar unas 12.000 Tm.) y para los prototipos de U-Boote que se desarrollaban en Finlandia y España.

Hacia 1.932, los nazis se habían hecho fuertes en el Reichstag y Hitler estaba tratando de sustituir a Hindenburg como Canciller y Presidente. Animados, en parte por los nazis y en parte por los propuestas británicas de una Conferencia Mundial de Desarme en la cual se establecía una “paridad” militar con Francia, se autorizó una rápida expansión de la Wehrmacht y de la Reichsmarine.

Raeder superviso los planes para la expansión de la Reichsmarine, que fueron aprobados el 15 de Noviembre de 1.932. el plan preveía la construcción de:

  • 6 buques principales (acorazados o acorazados de bolsillo).
  • 1 portaaviones.
  • 6 nuevos cruceros pesados.
  • 6 escuadras de destructores.
  • 3 escuadras de dragaminas.
  • 3 escuadras de torpederas.
  • Numerosos buques auxiliares.
  • Creación de un arma naval.
  • 16 U-Boot

Una escuela submarina, disfrazada como escuela de lucha anti-submarina, se estableció en secreto en los terrenos de la Academia Naval de Mürwick, una ciudad cerca de Flensburg.

Cuando Hitler llegó al poder como Canciller de Alemania, el 30 de enero de 1.933, Raeder estaba temeroso y preocupado. Hitler debía una gran parte de su poder al Ejercito (Wehrmacht) y no a la apolítica Reichsmarine, a la cual había criticado duramente. Pero entre los planes de este estaba el deshacerse de los grilletes del Tratado de Versalles y restaurar la grandeza militar de Alemania y, para ello, necesitaba tener una Marina fuerte.

Hitler no quería tener que luchar una guerra contra Gran Bretaña, de modo que lo que hizo fue promover un sentimiento pro-alemán y una actitud anti-guerra en Gran Bretaña. Por lo tanto, el desarrollo de la Reichsmarine no debería amenazar al pueblo británico ni a la Royal Navy.
Hitler planeó firmar un acuerdo naval bilateral con gran Bretaña, fijando las marinas Anglo-Alemanas en una no provocativa proporción de 3 a 1 en buques principales; para ello, la Reichsmarine, debería promover relaciones amistosas con la Royal Navy. Pero hasta que el acuerdo se negociara, el desarrollo de la Reichsmarine, especialmente de los U-Boot, debería ser mantenido en el más absoluto secreto.
Durante los dos años siguientes, Raeder, llevo a cabo lo antes citado y, de paso, autorizó la construcción de dos grandes cruceros de batalla (el Scharnhorst y el Gneisenau), dos súper-acorazados (Bismarck y Tirpitz), numerosos mercantes armados para ser usados como buques corsarios, y una fuerza submarina compuesta de 24 pequeños (250 Tm), 10 medios (500 Tm) y 2 grandes (750 Tm) U-Boote.

En la primavera de 1.935, Hitler repudió el Tratado de Versalles. Berlín anunció que instauraba el servicio militar obligatorio hasta obtener 300.000 soldados (36 divisiones) y la creación de la Luftwaffe. Tras esto, Hitler indicó que quería comenzar las negociaciones para la firma del Acuerdo Naval Anglo-Alemán.

Las negociaciones se iniciaron en serio el 3 de Junio de 1.935. Los alemanes ofrecieron una relación 100:35 en buques de superficie, lo cual les permitió construir los buques ya diseñados.

En cuanto al tema de los sumergibles, Alemania quería una total paridad con Gran Bretaña, pero anunció que se conformaría con el 45%. Tras la aceptación de esto por parte de Gran Bretaña, Alemania se adhirió al Protocolo Submarino del Tratado de Londres, en cuyo Art. 22, prohibía la guerra submarina sin restricciones contra los mercantes.
El tratado se firmó el día 18 de junio de 1.935 y constituyó una liberación de las restricciones del Tratado de Versalles y dio legitimidad al rearme alemán.

Lo que no era sabido entonces era que, anteriormente y durante las negociaciones, la Reichsmarine había construido, en el mayor de los secretos, 6 unidades del sumergible Vessiko (250 Tm) en astilleros alemanes.

El 29 de junio de 1.935, la Reichsmarine (rebautizada como Kriegsmarine o Marina de Guerra), comisionó el primer U-boot, el U-1, en una ceremonia pública. Esta noticia provocó una tremenda conmoción en todo el mundo. La tan temida, diabólica y largamente ilegal arma submarina había vuelto.

Tras su larga gestación, el arma submarina (U-Bootwaffe) necesitaba un jefe. Raeder no tenía ninguna sombra de duda acerca del hombre para realizar dicho trabajo. Su elección fue Karl Dönitz.
Dönitz no estaba muy contento con su nombramiento porque en ese momento la prioridad la tenía la flota de superficie, siendo el arma submarina tratada como una segunda categoría y estando, además, limitada por el Tratado de Naval Anglo-Alemán. Pensaba que su carrera había sufrido un retraso y alcanzado un punto muerto.

Llegado a este punto, su carrera realizó un brusco giro al darse cuenta de que a pesar de la gran estrategia de Hitler, una guerra con Gran Bretaña era ya prácticamente inevitable y que Alemania debería construir, no sólo una gran flota de superficie, sinó también una gran cantidad de sumergibles.
Karl Dönitz
Tras unos estudios efectuados sobre la PGM, Dönitz y sus ayudantes llegaron a la conclusión de que con una buena organización y planificación, modernos sumergibles y nuevas tácticas, se podría alcanzar la victoria. Y eso que tendrían que hacer frente a las tácticas de Gran Bretaña tales como los convoyes, a inventos tales como el sónar y a armas tales como los aviones de gran autonomía.

Los nuevos prototipos de U-Boot eran muy superiores a los de la PGM. Estaban fabricados en una nueva aleación de acero, estaban soldados en vez de remachados, eran más resistentes, más maniobrables y se podían sumergir mas rápida y profundamente.

Su autonomía en superficie se había incrementado mediante un ingenioso sistema de conservación de combustible por el cual uno de los motores diesel podía hacer funcionar las dos hélices.

Los nuevos torpedos eran doblemente mas potentes que los de la PGM, además, se había desarrollado un nuevo torpedo eléctrico que no dejaba estela en la superficie.

Los tubos lanzatorpedos había sido rediseñados para absorber las burbujas de aire que producía el aire comprimido de expulsión de los torpedos. Todos los torpedos podían funcionar con una espoleta magnética que hacía que explotasen bajo la quilla del barco y no en su costado, razón por la que un sólo torpedo podría ser suficiente para hundir un barco.

Construcción del U16

Las comunicaciones también habían mejorado, ahora los sumergibles disponían de una gran cantidad de receptores y de transmisores de onda larga y corta que permitían a cada comandante saber prácticamente todo lo que incumbía a sus unidades.
Las nuevas tácticas iban a hacer que, debido a las mejoras en las comunicaciones, el reconocimiento aéreo, el conocimiento de los códigos del enemigo y otras fuentes, se podrían reunir una serie de sumergibles en la posible ruta de un convoy y atacar todos en masa.

Este grupo de sumergibles llamados “Wolf Pack” o “manada de lobos”, atacaría tanto de día (sumergidos y usando torpedos eléctricos con espoleta magnética) como de noche (en superficie y usando torpedos propulsados por aire con espoleta magnética).

Dönitz pensaba que las nuevas armas anti-submarinas (ASW) estaban siendo sobreestimadas:

  • El sónar más avanzado tenía un alcance muy limitado y no podía detectar sumergibles en la superficie.
  • El avión todavía no patrullaba de noche, era relativamente lento y de poca autonomía, el único problema era que podía detectar al U-Boot si este navegaba en superficie. Manteniendo puestos de vigilancia y escucha se podía detectar al avión antes de que este detectara al buque y sumergirse rapidamente.

Para ganar la guerra contra el comercio, Dönitz pensaba que serian necesarias 300 unidades de tamaño medio, 500 Tm. Esto permitiría unos 100 U-Boote en mantenimiento, otros 100 en viajes de ida y vuelta entre las bases y los terrenos de caza y 100 más en los terrenos de caza propiamente dichos. Basándose en los cálculos de la PGM, Dönitz calculó que podrían hundir 1.000.000 Tm al mes. Teniendo en cuenta que la flota mercante británica era de unos 3.000 barcos y unas 17.500.000 Tm, pensó que podrían destruirla en poca más de un año y medio.

Dönitz presentó estas ideas a Raeder y al Estado Mayor Naval (Oberkommando der Kriegsmarine, OKM) y fue rechazado. Según Hitler, una guerra con Gran Bretaña era impensable.

Dönitz no fue desanimado ni disuadido. Pensaba que tarde o temprano Hitler provocaría a Gran Bretaña, que los tratados firmados serian derogados y que, por segunda vez, Alemania se vería obligada a llevar a cabo una guerra submarina.

Por lo tanto, hizo todo lo que estaba en su mano para mejorar el entrenamiento, el armamento y la planificación operacional para mejorar la U-Bootwaffe.

Hacia la Guerra

En 1.936 expiro el Tratado Naval de Londres y no fue posible su renovación. Tanto Japón, como Italia y Francia se habían embarcado en una carrera de construcción naval sin precedentes.

Este mismo año, Hitler comienza a efectuar operaciones militares:

  • Reclama Rhineland en Marzo
  • Apoya a Franco en la Guerra Civil española

Y mientras tanto mantiene relaciones amistosas con los británicos.

La Kriegsmarine sigue adherida al Tratado Naval Anglo-Alemán, mediante este pacto pueden construir una serie de sumergibles (los de Finlandia y España) además de otros más. Estos últimos son los que crearan desavenencias entre Raeder y el OKM, por un lado, y Dönitz, por otro.

Este fallo a la hora de aunar esfuerzos y de persuadir a Raeder y al OKM de que adoptaran sus teorías y conceptos (tipos de sumergibles necesarios) iban a obsesionar a Dönitz durante el resto de su vida.

Los primeros U-Boote fueron comisionados en el verano de 1.935, siendo comisionada la primera flotilla, la Flotilla Weddigen, el 25 de Septiembre. del mismo año. Los mandos lo formaban oficiales altamente cualificados y con los mismos convencimientos que Dönitz en cuanto a la inevitable guerra con Gran Bretaña. Además; Dönitz, animó la camaradería en todos los ámbitos de la Ubootwaffe, creando lazos que no sólo iban entre los tripulantes de un sumergible y sus mandos, sinó que también le incluían a él mismo, razón por la cual era llamado “El León” y era idolatrado por ellos.
Durante el entrenamiento, Dönitz, puso un énfasis muy especial en el disparo con torpedos. También era muy duro el entrenamiento al que eran sometidos los capitanes. Ideó nuevos procedimientos de disparo, como este: “Durante los ataques con luz diurna en inmersión, el capitán era el único con acceso al periscopio de ataque y apuntaba y disparaba los torpedos con la asistencia del IWO en el tablero trazador; durante la noche, el capitán dirigía las maniobras de aproximación en el tablero trazador y era el IWO el que disparaba los torpedos desde el puente utilizando el UZO”.
Hacia finales de 1.936 creo la segunda flotilla, la Flotilla Salzwedel, cuyos comandantes eran antiguos capitanes o IWOs de la Flotilla Weddigen. Poco después, esta flotilla (Weddigen) se dividió en dos, naciendo la Flotilla Lohs. Tras esto, Dönitz fue promovido a Führer des U-Boote (FdU).
Tras la creación de este 3ª flotilla empezaron los entrenamientos combinados entre las 3 flotillas para formar los “Wolf Pack” o “manada de lobos”. A Dönitz le preocupaba la forma de aumentar la autonomía de los U-Boote y para ello, el ingeniero Thedsen decidió añadir dos tanques externos a los costados del sumergible y así aumentar la capacidad de combustible de 67 a 108 Tm.
En el verano de 1.937, Gran Bretaña decidió aumentar su fuerza submarina, por lo cual también Alemania podía aumentar la suya propia. También aquí surgieron disputas entre Dönitz y el OKM, y aquí también Raeder decidió perjudicar a Dönitz ordenando la construcción de unidades de mayor desplazamiento que el requerido por este, razón por la cual, al inicio de la guerra habría menor numero de estos en servicio.

Durante las crisis europeas de los años 1.937 y 1.938 (Anschluss de Austria, la invasión de los Sudetes y la crisis de Munich), la Ubootwaffe fue desplegada en sus posiciones de combate y una de las lecciones que se sacaron en claro fue que era inadecuada, en cuanto a tamaño y armamento, para las tareas asignadas.

Tras esta ultima crisis, Hitler tomó la decisión de considerar a Gran Bretaña como un oponente naval y ordenó la construcción de una gran flota de superficie y de una gran cantidad de sumergibles para llegar a la paridad con esta.

Una vez más, Raeder ordenó la construcción de sumergibles de mayor desplazamiento del requerido por Dönitz y este sólo pudo obtener unos pocos de los tan preciados Tipo VII. Se crearon otras flotillas más: Flotilla Wegener, Flotilla Hundius y Flotilla Emsmann.

Mientras tanto, el OKM finalizaba los planes para la construcción de una gran flota. Este programa, llamado “Plan Z”, consistía en la construcción de:

  • 6 súper-acorazados de 72.000 Tm cada uno.
  • 4 grandes buques de batalla.
  • 4 portaaviones.
  • 3 cruceros de batalla.
  • 3 acorazados de bolsillo.
  • 5 cruceros pesados.
  • 48 cruceros ligeros.
  • 68 destructores.
  • 90 torpederas.
  • Gran cantidad de minadores y dragaminas.
  • Una gran variedad de buques auxiliares.

Todo supondría aproximadamente más de 1.000.000 Tm en buques de superficie.

En lo referente a los U-Boote, el número de estos sería de 249, unas 200.000 Tm, pero aquí tampoco fue consultado Dönitz. La proporción de los submarinos deseados por este sería de sólo el 25%.

Dönitz trató por todos los medios de que se modificara el Plan Z y tras muchas maniobras, consiguió que Raeder se lo presentara a Hitler.
Este le prometió que este sería llevado a cabo y además le prometió que tendría prioridad sobre las otras armas y que estaría listo para “1.945”.

La adopción del Plan Z era una flagrante violación del Tratado Naval Anglo-Alemán, Hitler trató de mantenerlo en secreto hasta poder derogarlo personalmente y poder culpar de ello a Gran Bretaña.

El 12 de Diciembre de 1.938 el Ministro de Exteriores alemán, Joachim von Ribbentrop, invocó la cláusula de escape de este tratado.

 

Con la orden de construir más sumergibles, aparecida en Enero de 1.939, Raeder pretendía conseguir la paridad con Gran Bretaña para1.942. Pero la construcción de estos no estaba de acuerdo con lo que quería Dönitz y la construcción de los U-Boote tipo VII (55 para 1.942) no era suficiente para llevar a cabo una guerra contra el tráfico marítimo británico con las garantías necesarias de éxito.

Tras denunciar los acuerdos con Gran Bretaña, Hitler ordenó la invasión del resto de Checoslovaquia y una semana más tarde la de la ciudad de Memel en Lituania.
Después trató de hacer lo mismo con Polonia mediante engaños y subterfugios; en vista del fracaso de estos, declaró a los jefes de sus ejércitos que deberían tomar Polonia por medio de las armas hacia finales de Agosto, lo más tarde el 1 de Septiembre. de 1.939.

En vista de esta situación, Dönitz estaba cada vez más convencido de la inmediatez de la guerra con Gran Bretaña, por lo cual solicitó la suspensión de los ejercicios navales que se iban a llevar a cabo en el Atlántico y la construcción de más sumergibles, siendo esto ya muy difícil por la situación de saturación de pedidos que estaban soportando los astilleros.

Construcción tipos VII

Durante la realización de estos ejercicios navales, se llevaron a cabo varios ataques que acabaron por “exterminar” el convoy enemigo. Los resultados que se obtuvieron fueron bastante engañosos (hubo errores en las comunicaciones y en la información acerca de la posición), pero aun así se dieron por buenos y posteriormente sufrirían las consecuencias de estos errores.

El OKM consideró que las peticiones de Dönitz no tenían futuro y que mientras los U-Boote no fueran capaces de hacer frente a las contramedidas británicas, no podrían desempeñar ninguna función relevante.
Ante estas manifestaciones, Dönitz presentó sus quejas al OKM, Raeder e incluso Hitler. Este le indicó que no habría guerra con Gran Bretaña y que los oficiales de la Ubootwaffe no tenían porqué preocuparse.


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